Después de meses de espera y nervios, el día ha llegado y por fin estamos aquí.
Comenzamos el periodo de adaptación a esta bonita ciudad.
La gente es agradable, la comida es mediterránea como la nuestra, el clima similar, y Roma en sí "Bellissima", pero también hay que "hacerse" a diferentes rutinas propias de cada ciudad.
Como por ejemplo el transporte. En Roma el transporte público no sigue horarios, por lo que los trenes, autobuses y "trenino"(un pequeño tranvía que recorre una gran vía) van hasta arriba a todas horas del día, por ello lo más conveniente es empujar para poder entrar, buscarse un mini-espacio vital y consumir poco oxígeno, ya que no se sabe cuando pasará el siguiente.
Os dejo una foto del "trenino"
Otra "peculiaridad" es el tráfico y la seguridad vial.
En Roma los peatones cruzan mientras los coches les adelantan por todos los lados posibles, y en los pasos de cebra hay que "tirarse" literalmente a la calzada para que los coches paren.
Pese a estas peculiaridades, Roma es una ciudad muy bonita, donde a cada paso que se da hay algo interesante que ver, y por supuesto que decir de su comida típica: Helados caseros, pizzas, pasta etc. Una delicia!
Bueno, pues esta es mi primera impresión de esta bonita ciudad, ya os iré contando más experiencias. Ciao ragazzi!
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